El camuflaje ha entrado de lleno en el proceso diagnóstico, lo cual por cierto es totalmente adecuado. Incluso existe el Camouflaging Autistic Traits Questionnaire, como herramienta de medición. Pero hay que tener en cuenta que es una herramienta más en el proceso diagnóstico.
Cualquier persona con el conocimiento básico del camuflaje puede superar con éxito el cuestionario, o incluso muchos otros diagnósticos donde se produce camuflaje también puntuarán, porque el camuflaje no es algo exclusivo del autismo. Es decir, que muchas personas que NO están en el espectro van a puntuar en este cuestionario, como las personas con un trastorno de la ansiedad social o un trastorno límite de la personalidad, por ejemplo. Es decir, este cuestionario es un apoyo al conjunto de herramientas diagnósticas, pero sus resultados no deben ser tomados como relevantes. Sino como un ítem más.
El mimetismo
Tal y como acabo de apuntar muchas personas que no estén en el espectro pueden puntuar en los cuestionarios sobre camuflaje, es más, con un poco de conocimiento sobre el tema pueden responder exactamente lo que se supone que es correcto para dar puntuación en camuflaje. Yo he pasado los test con la puntuación más alta posible. Y repetí el experimento con algunas otras personas que conocían bien el tema y nuevamente puntuaron muy alto, indica Daniel Comín para Autismo Diario.
Obviamente mentimos en las respuestas, no fuimos sinceros. Y aquí entra el mimetismo, personas que imitan los patrones a la perfección del autismo. Es como el camuflaje, pero al revés, en vez de imitar las conductas generales, que es lo normal en autismo, lo que hacen es imitar las conductas del autismo. No se creerían la cantidad de gente que lo hace y que pueden encontrarse rápidamente en Redes Sociales.
Quizá la pregunta es ¿para qué alguien querría hacer esto? Pues para tener un diagnóstico que le otorgue un grado de discapacidad, para obtener ayudas, porque le conviene al negocio que acaba de montar en base al autismo, porque tiene una necesidad tremenda de protagonismo o de llamar la atención, porque tiene un severo problema de salud mental, o ¡vaya a saber usted por qué! La cuestión es que los hay. Suelen adoptar posturas de victimización permanente, y además suelen tener conductas bastante agresivas ante cualquier persona que ponga en duda la identidad que han adoptado.
Hay un aspecto curioso en todo esto, y es que las personas con autismo se camuflan para pasar inadvertidas, pero quienes se mimetizan lo hacen precisamente para adquirir protagonismo, para llamar la atención, para usar la realidad de otras personas en beneficio propio. Es justo lo contrario. Pero al parecer nadie ha caído en la cuenta, igual que nadie cayó en la cuenta de que forzar a niños a ser lo que no son es perjudicial para su salud mental.
Una cosa es decidir dejar de fingir ser quien no sos y renegar del camuflaje y otra muy diferente es convertirte de forma mimética en lo que tampoco sos. Autismo vs Mimetismo, una realidad que nadie se atreve a denunciar. Vivimos en un momento donde la cobardía impera, donde hacer el bien queda en lo mínimo, pero al final, nadie se da cuenta de que esto...
a quien perjudica de verdad es a las personas con autismo, ya que, ¡oh sorpresa! Estamos dando una imagen irreal y distorsionada del autismo.
Nuevamente, no es culpa suya, es culpa de quienes no han sabido hacer un buen diagnóstico. Y eso es, tristemente, una constante en el diagnóstico en adultos. Y creo que es el momento de empezar a ser muy serios con este tema. En las ironías diagnósticas, reciben antes un diagnóstico de autismo los miméticos que los que de verdad tienen autismo. Cuando alguien presente unas respuestas perfectas, cuando todo parezca ser de manual, desconfíe, aumente y mejore el proceso diagnóstico. Sobre todo, porque es la obligación de todo profesional y por los efectos en la vida de esa persona y por extensión de terceras personas.
Honestamente, no creo que nadie vaya a buscar un diagnóstico de autismo porque sí, siempre habrá algo, y conocer ese algo es una necesidad para esa persona.
El camuflaje en el autismo
Primera diferencia. El camuflaje en el autismo, en cambio, es una serie de acciones y estrategias que adopta la persona para poder encajar en un entorno social y pasar desapercibido. Llegan a ser tan profundas que en muchas ocasiones este camuflaje es inconsciente.
Segunda diferencia. Básicamente son estrategias para poder coexistir en un entorno social de forma que se pase lo más desapercibido posible, por ejemplo, siguiendo guiones preconcebidos acorde a cada situación. Ocultar rasgos conductuales partiendo de una modificación forzada, algo así como dejar de ser vos mismo para actuar de la forma socialmente esperada y correcta. Es decir, tu comportamiento está condicionado a tu entorno. Igual que en el camuflaje normalizado, adoptás una forma de comportamiento que enmascare tu conducta real, básicamente dejás de ser vos misma/o.
Otros modelos de camuflaje están motivados por miedos, como el adolescente que se convierte en “literalmente” otra persona para evitar el acoso.
Tercera diferencia. Un aspecto propio del camuflaje en el autismo es que este puede ser prácticamente permanente, de forma que en base a ver la conducta social de otras personas trate de replicarla, a modo de compensación.
El cómo afecta a la persona este camuflaje es un aspecto complejo, tanto las personas protagonistas como los investigadores especializados coinciden: ansiedad, depresión, baja autoestima y una lista de efectos indeseables en la salud mental de la persona. Pero los efectos negativos son comunes, es decir, cualquier persona que se vea forzada a comportarse de una forma no natural a su esencia acabará sufriendo efectos en su salud mental. Es común que muchas personas que trabajan frente al público acaben, figurativamente, quemadas.
Pero este genera otras preguntas: ¿Se puede camuflar la incomprensión en situaciones sociales? ¿Se puede camuflar la ansiedad provocada por un entorno sensorialmente agresivo? ¿Se puede camuflar la inflexibilidad? ¿Se puede camuflar la rigidez?, es decir, ¿se pueden camuflar los rasgos más comunes del autismo y que estos “desaparezcan” temporalmente? Porque una cosa es intentar encajar en base a la imitación de patrones y otra es conseguir que ese camuflaje elimine precisamente aquello que caracteriza al autismo. Pues no, el camuflaje no puede eliminar esas cosas.
Cuarta diferencia. En las personas con autismo es muy común que su camuflaje fracase. ¿Por qué se da este fracaso? Pues en el momento en que vive una situación fuera de guión, o que se dan circunstancias incompatibles (una sobrecarga sensorial, por ejemplo), el camuflaje fracasa estrepitosamente. Mientras que una persona neurotípica podría improvisar o utilizar herramientas sociales que le permitan salir de la situación, una persona con autismo tendría pocas o ineficientes salidas.
Qué sucede cuando fracasa el camuflaje
El fracaso del camuflaje en entornos o situaciones novedosas e impredecibles es debido a una falta de capacidad de adaptación inmediata, cuando las estrategias aprendidas no sirven.
También se darán situaciones donde por mucho que quiera camuflarse, los problemas de rigidez, inflexibilidad, ingenuidad, o sobrecarga emocional (por poner algunos elementos que perturban el camuflaje y que son propios del autismo), harán que la falta de guión para ese tipo de situaciones, la falta de herramientas o, sencillamente, el bloqueo emocional o mental, tiren al suelo ese camuflaje. Lo cual incide directamente en aspectos negativos ligados a la salud mental.
También es común que se den situaciones de angustia psicológica, una especie de combinación entre ansiedad, estrés y depresión, pero además suele aparecer ansiedad social, que en este caso es inducida y recuerden no confundir con el trastorno de ansiedad o fobia social. En el autismo la ansiedad es una consecuencia mientras que en el trastorno de ansiedad social es una causa. Y esta combinación de factores es un inductor a los pensamientos suicidas, -que por cierto son más frecuentes en hombres que en mujeres-, ya que el desempeño social masculino suele ser siempre peor, pero las mujeres son más dadas a la autoagresión.
El camuflaje no siempre funciona en el autismo. Sencillamente porque algunos aspectos intrínsecos del autismo son incompatibles.
Y estas situaciones de fracaso son mayores a mayor impacto del autismo. Por eso el camuflaje es más exitoso en promedio en mujeres que en hombres. No porque los hombres no se camuflen, que lo hacen, sino porque en el rango de autismo de bajas necesidades de apoyo en mujeres es (en promedio) menor que en los hombres, y a eso hay que sumar que por norma las mujeres ya son mucho mejores socialmente que los hombres, así que les es más fácil aún compensar carencias basadas en camuflaje.
Pero incluso en casos donde estamos en la frontera del diagnóstico del autismo, antes o después, el camuflaje va a fracasar, salvo claro está que la persona viva en una burbuja. Pero en entornos reales al final, algo saldrá mal. Es decir, una persona con camuflaje perfecto y permanente quizá entre más en los trastornos de la personalidad que en el autismo.
De hecho, el fracaso en el camuflaje, y el camuflaje en sí, son perturbadores de la salud mental de la persona, sobre todo si éste debe ser usado en largos periodos de tiempo. Entre otros factores crea una imagen irreal de la persona lo cual condiciona las expectativas que los otros tienen de vos misma/o. Acaba aislándote, aunque suene contradictorio, es agotador física y mentalmente, conduce a estados de ansiedad y depresión. Pero cuando la depresión se apodera de la persona, el camuflaje suele desaparecer.
Qué nos dice la ciencia para concluir
El Camuflaje es la capacidad de un organismo para mezclarse con su entorno para no ser visto. Esto puede implicar colores, patrones, texturas y formas que hacen que el organismo sea difícil de distinguir del entorno en el que se encuentra.
El Mimetismo, por otro lado, implica que un organismo se asemeje a otro organismo, generalmente para obtener una ventaja. Hay diferentes tipos de mimetismo, como el mimetismo batesiano, donde una especie inofensiva imita a una especie peligrosa o venenosa para evitar ser depredada, y el mimetismo mülleriano, donde dos o más especies peligrosas o venenosas desarrollan apariencias similares como una advertencia colectiva a los depredadores.
En resumen, el camuflaje es una técnica para fusionarse con el entorno y pasar desapercibido, mientras que el mimetismo es una técnica para parecerse a otro organismo del cual sacar ventaja para engañar a otros organismos.
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Peligros del Mimetismo y su diferenciación del Camuflaje en el autismo.
Fuente: 'Autismo: camuflaje vs mimetismo' por Daniel Comín para Autismo Diario. 2023.
Autor: Daniel Comín.
Editor de Autismo Diario y responsable de supervisión de artículos científicos. Co-autor del proyecto de formación técnica y reinserción social de África Central para United Nations Development Programme (ONU). Coordinador del proyecto de salud pública para tribus nativas de Norteamérica. Ha impartido formación, conferencias y talleres sobre autismo de forma ininterrumpida en los últimos años en 6 países. Ha impartido clases magistrales en la Universidad de los Andes (Colombia), ha dado programas formativos especializados en la Facultad de Ciencias de la Educación de la PUCE (Ecuador) y profesor externo de la Facultad de Medicina San Carlos (Guatemala), entre otras múltiples actividades. Padre de un joven con autismo.
Nota: El contenido original ha sido resumido, editado y amenizado por El Mundo de Aspi para facilitar la lectura. Se han añadido colores, imágenes y otros elementos visuales para mejorar la experiencia del lector.
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